La creación del fotolibro "Hidden Reality"

Artículo por Fernando Rodríguez

“Hidden Reality” es mi primer fotolibro. Lo autoedité (todos los gastos corrieron a mi cargo) en el año 2021. La primera edición salió a la venta un mes de octubre con 100 ejemplares.

Quiero compartir cuál fue mi experiencia durante el proceso de creación. Creo que lo que voy a exponer puede resultar de inspiración y guía para quien se esté planteando crear su propio fotolibro. Tal vez sirva de ayuda, también, a personas que estén iniciando la búsqueda de su identidad fotográfica de manera consciente.

Antes de entrar en materia, me gustaría compartir un vídeo del libro para poner contexto.

Fotolibro “Hidden Reality”

Aún me quedan copias para la venta pero no todas las venderé pues mi intención en el 2022 es la de participar en concursos. Si estás interesado en adquirir alguna no dejes de pasar por aquí.


La búsqueda.

Mi interés por la fotografía se remonta al 2008. Anteriormente había usado cámaras fotográficas pero solo desde un punto de vista práctico. En el 2008 despertó en mí un interés puramente creativo. En los años sucesivos hice muchas fotos. Hubo algún año de parón pero, en general, salía siempre a la calle cámara en mano.

A medida que pasaba el tiempo comencé a hacerme muchas preguntas en relación a mi fotografía: ¿qué me llamaba la atención? ¿qué buscaba realmente? ¿qué quería fotografiar? ¿cuál era el nexo de unión de todo lo que fotografiaba? Preguntas a las que era incapaz de dar una respuesta. 

Necesitaba ir más allá pero no sabía muy bien cómo hacerlo ni por dónde empezar. Había logrado acotar ciertas variables como, por ejemplo, el tipo de distancia focal que más me gustaba, el tipo de fotografía que no me interesaba o los lugares en los que más disfrutaba fotografiando. Pero era insuficiente. Seguía muy perdido.

A finales del 2018, diez años después de empezar con la fotografía en serio, y con todas estas preguntas en mi cabeza, decidí participar en un concurso fotográfico de LensCulture (https://www.lensculture.com) solicitando un análisis de las fotografías presentadas. En total presenté siete fotografías. No pertenecían a ninguna serie en particular. Eran fotos sueltas. Estas fueron las imágenes.

Imágenes que presenté a LensCulture en 2018.

Tras unos días de espera recibí el análisis. En el mismo una chispa de información valiosa apareció. Sería clave para mis siguientes pasos en la búsqueda de mi identidad fotográfica. El mensaje que me sacudió por dentro fue el siguiente:

I also want to mention that I noticed an interesting message in your photographs. There is that sense of joy because we are seeing so many kids at play, and also because your style shows a wonderment for life. But there is also a sense of danger (the dark ones in particular, or the feeling of isolation in images like the last few). Even in #1 with the bike, the excitement merges with a touch of terror.
— LensCulture

La chispa estuvo en “feeling of isolation” y, sobre todo, en “touch of terror”. Me estaban revelando algo muy evidente donde yo solo veía, hasta ese momento, una capa muy superficial: mi inclinación a la fotografía minimalista por un lado y a las imágenes con importante carga atmosférica por otro. Pero había algo que subyacía y yo no había identificado antes: La sensación de aislamiento y ese toque de terror (peligro)

Desgraciadamente el 2019 fue un año de parón fotográfico para mí y no pude seguir con mi investigación personal. Hasta finales del 2020 no volví a retomar mi búsqueda partiendo de la valiosa información que había obtenido tiempo atrás. 

Buceé en mi archivo fotográfico y descubrí, para mi asombro, que la inmensa mayoría de fotografías que más me gustaban lograba ubicarlas en una de las dos categorías que me habían indicado: “sensación de aislamiento” y “toque de terror”. Me centré fundamentalmente en la segunda lectura, la del “toque de terror”, y empecé a separar imágenes que pudieran corresponderse con esa sensación de “presagio”, de “algo va a ocurrir”, de “atmósfera” y “misterio”.

En esta exploración hallé también otros patrones como que, por ejemplo, me atraía mucho buscar de manera creativa significados y formas ocultas: caras, metáforas, formas en las nubes, sombras y reflejos. Una especie de realidad oculta o, quizás mejor dicho, significado oculto. Y como éstas eran las fotos que yo hacía conscientemente decidí crear un intento de maqueta fotográfica sobre ese tipo de fotografías.  

Imprimí en formato 10x15 casi todo el archivo fotográfico que, en ese momento, consideraba relevante. Quería tenerlas en la mano para verlas una y otra vez. He aquí un breve vídeo de casi todas esas fotos cuando llegaron a mi casa.

Las fotos que encargué imprimir.

Es curioso verlas ahora y observar que algunas de las imágenes del libro “Hidden Reality” no estaban en esa selección. Selección que yo pensaba que era todo lo que tenía. Esas imágenes que no estaban habían sido descartadas o aún no se habían realizado (“Hidden Reality” contiene algunas pocas fotos del 2021).

Quería empezar a trabajar ya con todo ese material. Ver cómo juntar las fotos en grupos. Pronto descubrí que el tamaño de 10x15 y el papel fotográfico en el que habían sido impresas resultaba incómodo de usar. Decidí volverlas a imprimir, junto a alguna otra foto más, usando mi impresora láser de oficina.

Compré un panel magnético y lo colgué en mi pequeña habitación de trabajo. Con imanes posicionaba una selección de unas 40 fotografías que colocaba y recolocaba una y otra vez. Jugaba sobre todo a enfrentar las imágenes de dos en dos. Al hacerlo sobre un panel magnético también podía poner anotaciones al lado.

Este era el aspecto que tenían las fotos impresas con láser sobre la misma mesa del video anterior. No he podido encontrar ninguna foto del panel magnético que tenía.

Fotos seleccionadas impresas en láser a baja calidad.

Aunque jugaba con el concepto de realidad escondida, de fotografías que eran una metáfora explícita o revelaban formas y figuras, seguía investigando sobre el “aislamiento” y el “toque de terror”. Recuerdo una mañana leyendo que me topé con el concepto Freudiano de “unheimlich”. Fue todo un descubrimiento para mí. Lo desconocía. 

El concepto de “unheimlich” hace referencia a lo extraño en lo familiar. A lo siniestro. Al principio de mi proceso de búsqueda, incluso durante la realización del libro, yo pensaba que mi trabajo fotográfico tenía una influencia muy grande de este concepto. No fue hasta finales del 2021, reflexionando con una buena amiga, Isabel (https://www.instagram.com/mujerpuente/ - que se encarga también de llevar este fantástico proyecto en Patreon que os recomiendo encarecidamente que visitéis https://www.patreon.com/mujerpuente -), que me di cuenta de que me hallaba un poco equivocado. Mi búsqueda estaba más bien relacionada con la poética de la exploración, el misterio, el peligro, el descubrimiento, la imaginación, la libertad, … y menos con lo siniestro. Lo siniestro aparece en mi trabajo pero de soslayo y como consecuencia de la exploración, del misterio y del peligro percibido. Lo siniestro no es mi búsqueda principal.

Esto que he descubierto a posteriori de la creación del libro, tras reflexionar más y seguir buceando y releyendo mi trabajo, y el de otros, no lo tenía nada claro durante la elaboración del proyecto. Pero yo no lo sabía. 

La búsqueda de una identidad es algo que, pienso, no termina nunca. Además evoluciona a medida que nosotros vamos cambiando, haciendo nuevas fotografías y descubriendo trabajos de otros. La clave es ser consciente de ello.

Una vez que estuve unas semanas jugando en serio con las fotografías, viéndolas todos los días, decidí crear una maqueta física. Me sentía tan orgulloso de mi pobre y limitada creación que no tardé en mostrarla en mis redes sociales haciendo un compromiso en público: “voy a hacer mi primer fotolibro”. Este fue el vídeo que publiqué en instagram.

Maqueta preliminar de “Hidden Reality”.

Tras la creación de la maqueta se produjo un punto de inflexión. Por un lado me dí cuenta de que no podía hacer esto yo solo. Había muchas cosas que desconocía y, además, no tenía ni idea de por dónde empezar. Necesitaba buscar la ayuda de personas que supieran mucho más que yo y me orientaran. No estaba ni seguro de que tuviera material para hacer algo válido. Por otro lado sentía que tenía que enseñar esto a personas cercanas para empezar a recibir opiniones. Proseguí, pues, el camino buscando ayuda profesional y solicitando opinión de amigos sobre el prototipo que había hecho. 


Los puntos del pasado se conectan en el futuro.

Antes de continuar tengo que hacer un pequeño inciso y comentar un proyecto que había realizado diez años atrás.

En el 2010 cofundé, junto a mi amigo Cesc (https://cescvilanova.com/), una empresa llamada Wemories (http://www.frodrig.com/wemories/). Wemories fue una startup en la que creamos una red social privada de recuerdos. El modelo de negocio era puramente fotográfico pues vendíamos una exclusiva caja de doce fotografías con la posibilidad de poner un texto en el reverso de cada una de ellas. Era una caja pensada para regalar.

Wemories

Wemories era una empresa que vendía una caja de diseño exclusivo con recuerdos.

Aunque tuvimos que cerrar tras un año y medio, y cerramos afortunadamente bien, en la aventura conocimos a gente estupenda que nos ayudó y colaboró con nosotros. Y es aquí a donde quiero llegar: la conexión de puntos del pasado en el presente. Todas esas personas que habíamos conocido diez años atrás, del sector de la fotografía y las artes gráficas, fueron a las que pedí ayuda para intentar crear mi fotolibro en el presente. 

Primero contacté con Laura (https://www.instagram.com/cadaunoescomoes/), que ahora había co-fundado Control-P (https://www.control-p.es), para que me orientara de manera profesional por dónde seguir. Más tarde la imprenta con la que fabricamos Wemories, Artes Gráficas Palermo (https://www.agpalermo.es), sería la que imprimiría “Hidden Reality”. Más adelante hablaré de ella.

En paralelo pedía ayuda a Laura también lo hice con amigos para que me dieran opinión de la maqueta. Acudí, entre otros, a mi amigo Cesc con quien había creado diez años atrás Wemories. Cesc me sorprendió con un vídeo dando su opinión del PDF de la maqueta. 

Comparto el vídeo que Cesc me mandó para mostrar cómo alguien ajeno al mundo fotográfico, pero con un gran sentido estético y conocimientos avanzados de diseño de producto, analizaba la maqueta.

Vídeo de Cesc revisando la maqueta de Hidden Reality hecha por mi.

Pasado el tiempo me daría cuenta de que fue un error comentar nada antes de enseñar la maqueta (este error lo volvería a repetir más adelante con el diseño cerrado del libro). Hubiera sido mejor mostrarlo y escuchar las sensaciones. Sin comentar nada. Como si Cesc hubiera entrado a una librería, cogido el libro y, sin ningún tipo de explicación previa, hubiera empezado a verlo. En cualquier caso, y afortunadamente para “Hidden Reality”, la maqueta que hice no se parecería en casi nada a lo que más tarde sería el libro final.

El avance real hacia la consecución de la creación de “Hidden Reality” viene tras contactar con Laura y conocer al resto de miembros de Control-P: Jorquera (https://www.instagram.com/jorquera_wuhan/) y Eduardo Nave (https://www.instagram.com/eduardonave/). Laura me instó a mandar el concepto que tenía por email: pdf del prototipo e idea general. Tras hacerlo tuvimos una llamada telefónica los cuatro. 

En la llamada comprendí que realmente quería crear un libro que fuera una síntesis de mi trabajo fotográfico y que quería recibir orientación y análisis sobre él. El siguiente paso fue fijar una asesoría online mandando previamente todo mi archivo fotográfico relevante. 

Las palabras que vinieron a mi mente en la selección del archivo fueron “extrañeza”, “desasosiego”, “atmósfera”, “aislamiento”, “presagio”, “incertidumbre”, “peligro”, “misterio”, “exploración”, “ensoñación”, “amenaza” o “preludio”. El concepto Freudiano de “unheimlich” estaba presente siempre y guiaba toda esa búsqueda (más de lo que, a día de hoy, hubiera permitido) de una manera amplia aunque algo difusa.

En abril tuvimos la primera asesoría. Fue una hora y media maravillosa con Laura y Jorquera en la que aprendí un montón de cosas. Por un lado recibí la buena noticia de que tenía material para poder trabajar en la creación de un fotolibro. ¡Eso fue increíble pues seguía muy inseguro de poder tener fotografías de calidad para crear algo serio! Otra cosa con la que me quedé fue que no era necesario poner títulos a mis fotografías. Fue liberador. Me indicaron ciertos problemas que tenía a la hora de procesar las imágenes y me dieron importantes referencias para seguir investigando. Entre las referencias citaron a David Jimenez (https://david-jimenez.com) así que me empapé de su trabajo. Me quedé, y aún sigo por supuesto, impactado de su universo fotográfico. 

Cuando encuentras a personas que están en la misma frecuencia fotográfica que tú (y esto es aplicable a cualquier ámbito de la creación) la sensación que se produce en tu interior es de una tremenda emoción y descanso. Te sientes un poco más comprendido. Como si hubieras llegado, en tu viaje personal, a algún refugio donde estar unos días a salvo. En concreto su libro de Photobolsillo, el primero que vi junto al famoso “Infinito”, me sacudió por dentro. Más adelante, durante el verano del 2021, tuve el privilegio de acudir a un taller presencial que impartía durante una semana en Galicia de la mano de La Plantación (https://laplantacion.info).

Tras la asesoría quedamos en que tenía material para poder hacer un libro. Que tenía que procesar mejor ciertas imágenes y que iba a mandar más material que había descartado por inseguridad. Estaría, entonces, a la espera de recibir el presupuesto para dar luz verde a todo el proceso.

¿Y en qué consistiría todo el proceso? Ahora lo explicaré.


El proceso de creación de “Hidden Reality”.

El proceso de creación de “Hidden Reality” se hizo por entero a distancia. Yo estaba en Barcelona y el equipo que hizo realidad el proyecto se hallaba en Madrid. Todas la comunicación se hizo por videollamada y email.

Los pasos consistieron en las siguientes fases: asesoría, envío de archivo fotográfico, selección, secuenciación y diseño, creación de prototipos físicos, pre-impresión, impresión y encuadernación. 

La asesoría era lo que ya había hecho para validar que tenía material suficiente. Esta fase estaba completada. 

La selección consistió en elegir, a partir de la premisa temática, fotos de todo el archivo que había mandado. 

En la fase de secuenciación y diseño entraba en juego un nuevo equipo de trabajo que no he mencionado aún: underbau (https://underbau.com). En underbau hicieron la magia de secuenciar la selección de fotografías elegidas y ofrecer un diseño de libro para representarlas. La gran parte del trabajo de creación se realizó con underbau como director de orquesta. Fue una gozada trabajar con ellos. Se encargaron de tramitar el ISBN, secuenciar las imágenes para que tuvieran un sentido narrativo y plantear el diseño físico del libro. Las personas del equipo con las que más contacto tuve fueron Juanjo, Pablo, Adriana y Alicia.

Tras el trabajo de secuenciación y diseño por parte de underbau tuve una reunión con ellos y Laura de Control-P. Se trataba de la presentación de las propuestas. La primera impresión que me llevé fue de absoluta sorpresa al ver las fotografías escogidas pues algunas de ellas jamás pensé que pudieran salir elegidas.

En la reunión underbau presentó dos propuestas. Una de ellas, la más ambiciosa, proponía una caja con una especie de espejo en su exterior que deformaba lo que en ella se reflejaba. Al abrir la caja se encontraría el libro.

La primera de las propuestas de “Hidden Reality” que no se llegó a realizar.

La otra propuesta, que finalmente fue la que escogí, es el libro actual. Un libro de tamaño A5, pequeño, sin caja y con ese tono tan misterioso.

La propuesta finalmente elegida.

La primera propuesta la descarté porque sabía de antemano que se me iba a ir de presupuesto por eso no llegamos ni siquiera a explorarla. Quizás, tal vez, en un futuro y si tiene sentido, se podría valorar la creación de una edición especial con unas pocas copias de ese diseño. Se podría mantener el formato de libro actual y añadir esa caja como extra. ¡Ojalá se pueda valorar! La idea siempre me pareció muy potente. 

La segunda de las propuestas me enamoró. Era un libro pequeño, sencillo y misterioso. Pero lo que me atrapó fueron los detalles de diseño que habían pensado en underbau: el título y mi nombre como autor conformaban los ojos de un rostro. Me encantó porque era algo muy ligado a la esencia, ya no del libro, si no de todo mi trabajo fotográfico: la imaginación

Dejo el PDF que underbau me envió por si hay curiosidad o por si algún editor está interesado en lanzar una segunda edición del libro :) (hay que pulsar en el enlace a issuu para verlo en otra pestaña del navegador).

Una vez decidido que quería ir a por el segundo diseño, el primero se iba a salir seguro del presupuesto, quedaba verlo y revisarlo de mi lado unas cuantas veces. Asentarlo. Familiarizarme con el.

De esa revisión surgieron dos deseos: potenciar la idea tan genial de reflejar los ojos de un rostro en la portada e incluir un par de fotografías a las que tenía un especial cariño: la de los ángeles con una paloma posada y la de los cuatro cipreses con la nube en medio de todos ellos. Para potenciar el concepto de ojos underbau ideó poner dos puntos en el lomo. Me encantó de nuevo la idea. Fue todo un acierto. Eso dos puntos, dos ojos, son una seña de identidad de este trabajo.

Los dos ojos del lomo del libro.

Antes de que pudiéramos cerrar el capítulo de secuenciación y diseño una nueva preocupación apareció de mi lado: muchas de mis fotografías tenían el motivo en el centro y había peligro de que el elemento principal, el sujeto, se quedara justo cortado en la mitad. La solución pasó por realizar algunos pequeños reencuadres. Revisamos todas las imágenes que pudieran tener ese inconveniente y todo quedó bajo control. En cualquier caso este tema fue algo que me preocupó mucho. No quedé tranquilo hasta tener el libro entre mis manos y ver que todo había quedado bien.

Ejemplo de reencuadre para evitar el sujeto en el pliegue.

Ejemplo de reencuadre para evitar el sujeto en el pliegue.

Los siguiente pasos hacia el final del desarrollo de “Hidden Reality” se encontraban en la creación de prototipos y la realización de la pre-impresión. 

La creación de prototipos fue fundamental para poder resolver el problema de la apertura en 180 grados. Las imágenes de “Hidden Reality” van a sangre, es decir, ocupan todo el libro. No están enmarcadas. En esta fase entró a participar la imprenta, Artes Gráficas Palermo, con Miguel a la cabeza. Miguel y yo nos conocíamos desde hacía diez años, en la etapa en la que había co-fundado Wemories. Me hizo especial ilusión volver a trabajar con Palermo y Miguel. Son unos súper profesionales.

En la fase de prototipado Palermo jugó un papel fundamental para dar con el diseño técnico relacionado con la apertura en 180 grados. En underbau tenían una idea clara, no sin ciertas dificultades técnicas, pero la propuesta final de Palermo facilitó todo el proceso final. 

Estábamos ya a finales de agosto cuando pude acercarme a las oficinas de underbau y ver el prototipo del libro así como una muestra de la impresión de las fotografías en el papel final. Me resultó impactante tocarlo aunque fuera solo un prototipo. También me encantó poder conocer en persona a Juanjo, Pablo y Adriana. ¡Qué fantástico trabajo habían estado haciendo! A mi llegada estuvimos hablando de los últimos detalles y sensaciones. Adriana me insistió mucho en revisar bien las fotografías, las calidades y tonos de las impresiones finales. Yo, algo perdido, por mucho que me esforzaba en encontrar problemas no lo lograba. También pude reencontrarme con Laura, que hacía muchos años que no veía. Sin Laura me hubiera sido imposible saber siquiera por dónde comenzar en toda esta aventura. Además de la seguridad extra que me daba escuchar sus opiniones y consejos a medida que avanzaba todo. No me sentía con el criterio suficiente como para tomar ciertas decisiones y el tener cerca a personas que me orientaran fue muy importante.

Aspecto de la prueba de impresión de Hidden Reality que pude ver en las oficinas de underbau

En paralelo el prototipado físico seguía su curso en un ping-pong constante entre underbau y Palermo, Control-P daba un buen meneo a todas las fotografías. Eduardo Nave se encargó de revisarlas para unificar el tono de las mismas. También realizó el proceso de pre-impresión, asegurando que lo que Palermo finalmente imprimiría sería lo correcto. En la recta final underbau añadió algo de grano y éstas realzaron aún más. 

Yo observaba fascinado el proceso estando al quite de cualquier frase que me sonara a problema y preguntando muchas dudas básicas. Conceptos como “ferros” o “monstruo” eran leídos por mí sin saber muy bien qué significaban. El equipo de diseño e imprenta trabajaban con precisión ajustando el traje, el libro, para mi proyecto fotográfico. Como si de un sastre se tratara.

Ya teníamos todas las piezas del rompecabezas sobre la mesa: secuenciación, diseño, prototipos para resolver las problemáticas exigidas, pequeños re-encuadres para proteger los motivos centrales y todo el trabajo de revisión del procesado de las imágenes y pre-impresión para evitar sorpresas. Nos encaminábamos a la recta final donde sólo Palermo, la imprenta, podía acabar de rematar el trabajo. Había que imprimir todas las imágenes y una vez hecho encuadernar y barnizar los cantos. La encuadernación se realizó por otra empresa externa coordinada por Palermo.

En el tiempo de espera poco más se podía hacer que preguntar cuánto quedaba y tener paciencia. El día 7 de octubre Miguel escribió para decirme que ya tenían una copia del libro y que había quedado muy bien. El día 8 de octubre, al fin, tres cajas llegaban a mi casa con un total de 100 libros (más uno de regalo). ¡Qué alegría! 

Una de las cajas que llegaron con los libros.

Los primeros momentos fueron de cierto nerviosismo pues me daba terror abrir y ver cualquier tipo de problema. De hecho ví alguna cosa que malinterpreté como problema y que no lo era. Tras una hora mirando y remirando me sentí profundamente satisfecho del resultado. He sido un privilegiado por contar con el equipo que he contado para autoeditar mi primer fotolibro. 

“Hidden Reality” tiene ISBN, que permite su venta en librerías, por ejemplo. Esto significa que tres ejemplares se dejaron en el depósito legal. En total comencé la distribución con un total de 98 unidades. Actualmente todos los libros se venden de manera directa entre el interesado y yo. 

En el 2021 se distribuyeron 42 libros (en unos tres meses a fecha de creación de este artículo). De cara al 2022 quiero centrar mis esfuerzos en vender los restantes. Distribuirlos para concursos fotográficos y llegar a personas relevantes que puedan interesarse por mi trabajo a nivel global. Es un libro que gusta cuando se ve en los círculos adecuados; mientras escribo estas líneas la primera venta del 2022 se ha producido y con destino a Nueva York.

La primera edición de “Hidden Reality” no está pensada para ganar dinero. No hay margen de beneficio si tengo en cuenta el coste de selección, diseño y secuenciación. Y si sólo cuento con el coste de producción el margen es realmente escaso. Pero era algo con lo que contaba desde el inicio. Pensemos también que la tirada es pequeña: 100 unidades. El propósito de esta primera edición siempre fue dar a conocer mi trabajo. Abrir un poco el camino. Aprender. Establecer un punto de inflexión en mi periplo fotográfico.

Primera e importante fotografía de Hidden Reality. Se regalaron 40 fotos impresas de 10x15.

Primera e importante fotografía del libro. Imprimí personalmente 40 fotos de 10x15 para regalar con los primeros ejemplares.


Lecciones aprendidas.

  1. Pedí un presupuesto para la fabricación de 50, 75 y 100 unidades. En mi cabeza tenía el fantasma de Wemories, la empresa que hace diez años co-fundé. Y digo fantasma porque en esa aventura empresarial encargamos una cantidad muy elevada de material de partida y luego costó muchísimo venderlo y poder pivotar la idea. Con ese temor en mente mi idea era fabricar entre 50 y 75 unidades. Finalmente, tras meditarlo y escuchar opiniones, fui a por 100 unidades. Recuerdo a Laura insistiendo que pensara bien la cantidad que iba a fabricar y que 100 incluso podrían ser pocos. Ahora que ya se han fabricado creo que Laura tenía razón. El libro no deja de ser un portafolio y algo que se vende a fuego lento. Hay unidades que tienes que regalar, concursos a los que tienes que mandar varias copias, el depósito legal necesita 3 unidades, compras por compromiso, alguna puede salir defectuosa, las de muestra, … Si pudiera dar marcha atrás fabricaría entre 125 y 150 unidades en lugar de 100 para esta primera edición. A lo que voy es que hay que tener una visión largoplacista y clara del recorrido de los libros en tu estrategia como autor. Y tener confianza. Un libro fotográfico, de autor, no pasa de moda. A medida que pasa el tiempo sigues ganando visibilidad. Es una carta de presentación. Una fabricación desde cero cuesta más que añadir unas unidades sobre una cantidad base.

  2. Sin una audiencia es difícil mover el libro o cualquier otra cosa (el márketing, vaya). En mi caso la audiencia es aún reducida y es algo en lo que tengo que trabajar en el 2022 para llegar a más gente. He podido distribuir el libro entre personas que siguen mi trabajo en instagram, conocidos y amigos que han hablado de mi trabajo a otras personas. Pero aún tengo que ampliar mi radio de acción. Y hay que insistir. Insistir siempre es importante pero sabiendo, también, a quién lo haces.

  3. Tienes que hacer siempre un trabajo previo buceando en tu archivo fotográfico. Tomar el tiempo necesario para imprimir, con calidad de borrador es perfectamente válido, todas tus fotografías relevantes y trabajar con ellas. Ordenarlas y reordenarlas para ver cuáles tienen sentido en un posible cuerpo de trabajo. Aclarar ideas. Tener paciencia. Y luego compartir lo que tienes con personas que estén en la misma frecuencia fotográfica. Ahora volveré sobre este punto.

  4. Compartir tu trabajo es muy importante. Enseñarlo. Pero has de hacerlo con personas que estén en la misma sintonía o de lo contrario el feedback que recibas podría confundirte. No todo el mundo fotografía de la misma manera ni todo el mundo tiene el mismo tipo de interés fotográfico. La misma mirada. Has de encontrar a personas que estén en tu frecuencia para pedir opinión, escucharlas, y luego, en base a tu criterio, tomar las decisiones oportunas. Tienes que ir a quienes sepan leerte. Normalmente serán personas que compartan un mismo gusto fotográfico.

  5. Hay muchos autores. Personas que han creado fotolibros antes que tú. O series. O que están haciendo una fotografía que conecta contigo. Es muy importante que tengas referencias fotográficas. Yo aún me considero bastante analfabeto fotográficamente hablando. Hay muchos trabajos que aún no he visto y sé que existen y debo ver. Otros que no sé que existen y son importantes. Al menos busca 5 o 10 personas que consideres influyentes en tu fotografía. Mira su trabajo. Uno de los momentos más increíbles que me ocurrieron fue sentirme identificado con fotografías de otros autores tras descubrirlos en la asesoría. Fue una experiencia tremenda. Esos autores te llevarán por otros caminos en tu búsqueda. Cuando ves una fotografía de otra persona y piensas “yo tengo una foto que es muy parecida” algo se afianza en tu forma de ver. Ganas confianza.

  6. Somos lo que fotografiamos, sin duda, pero creo que hay un paso más allá: “somos lo que fotografiamos y seleccionamos”. Fotografiamos muchas cosas pero lo que realmente somos, lo que nos acaba definiendo, es aquello que acabamos seleccionando. Primero, pienso, has de construir un archivo fotográfico relevante en torno a unos conceptos. Unos valores. Yo trabajo en una búsqueda de conceptos generales pero sin un proyecto en mente que debo de cerrar. Invierto bastante tiempo mirando y remirando lo que tengo. La creación de “Hidden Reality” me ha enseñado que es muy importante poner algún tipo de definición o etiqueta a lo que se va haciendo. Intentar buscar lo que hay por debajo. Lo que une todo y tenga sentido para ti. Si quieres avanzar es necesario que hagas una parada e intentes identificar lo que estás haciendo. Y cuando lo hagas busca información sobre ese concepto en ensayos, películas, música, libros, otras fotografías, conversaciones, ... 

  7. Hazte tu propia maqueta. Tu propio libro. Coge un cuaderno normal y pega fotografías impresas sin calidad. Con un orden. Experimenta con ello. Es muy importante hacerlo físicamente. Yo ya sentía desde antes de crear el libro una necesidad por la fotografía en físico. Impresa. Hoy en día, para mí, la fotografía no está del todo completa hasta que no la puedo sostener con mis manos. Si vas a hacer un fotolibro es muy importante que hagas maquetas físicas por tu cuenta o tengas una mesa o tablón cerca de ti con una secuencia de fotografías que visitas y revisas periódicamente. En mi casa tengo una pared pintada con pintura magnética. En ella cuelgo las impresiones que voy realizando pero la puedo convertir en una pared de secuenciación llegado el caso.

  8. Durante la creación de “Hidden Reality” hubo un momento de crisis tras enseñar mi trabajo en el taller de David Jimenez: recibí muchas críticas y feedback de muchas personas y del propio David. Todas esas opiniones fueron muy válidas e interesantes y cargadas de buenas intenciones. Y siempre desde el respeto. Las escuché atentamente. Como una esponja. Y me afectaron. Tanto que desde el propio taller en Galicia escribí a underbau y Control-P diciéndoles que quizás habría que revisar el título y eliminar fotografías del libro. Craso error. Ya habíamos cerrado esa etapa. Yo tenía muy claro que lo que habíamos trabajado hasta ese momento estaba cerrado pero recibir tantas opiniones me hizo dudar mucho. Afortunadamente, según fueron pasando las horas, esa sensación desapareció. La moraleja es que has de escuchar opiniones del todo el mundo pero has de guiarte por tu criterio y, sobre todo, una vez que te rodeas de un equipo para llevar a cabo tu proyecto fotográfico, has de confiar en su buen hacer. Todas sus decisiones parten de un trabajo previo de reflexión y las críticas in situ no tienen en cuenta multitud de cuestiones.

  9. Otro error que cometí enseñando el libro en Galicia, en el taller de David Jimenez, fue el de presentarlo explicando, aunque fuera brevemente, de qué iba. Error que me señaló el propio David. Lo mejor era simplemente mostrar el trabajo y ya. En el momento que sueltas pistas guías la mirada e incluso las sensaciones de las personas. Es increíble cómo, cuando no se dan pistas de ningún tipo, cada persona ve o interpreta de forma diferente una misma fotografía. Solo las personas que están en tu verdadera frecuencia se quedarán en tu mundo. 

  10. Hubo un momento, antes de cerrar la selección de imágenes, al comienzo del proceso, que estuve mareando un poco a Laura y Jorquera con el envío del archivo fotográfico: “tengo alguna foto más que he ido haciendo estas últimas semanas que quizás estaría bien tener en cuenta” - les escribía. Error. Para poder crear el libro hay que cortar el grifo del archivo fotográfico en algún momento o siempre nos quedaremos en la primera fase de selección. Un proyecto fotográfico puede estar en eterna construcción aunque haya ya un libro o proyecto cerrado. La mejor fotografía siempre está por llegar, es ley de vida, pero no puedes esperar eternamente si ya tienes una base válida. Trabajar sobre un tema no significa que una vez publicado no se pueda seguir ampliando pero para poder cerrar una edición de un trabajo hay que parar de incluir material.

  11. Hay que mirar muchos fotolibros. Yo pequé de no tener una cultura sólida al respecto (bendita ignorancia). Había visto muy pocos antes de embarcarme en “Hidden Reality”. Creo que es importante ver muchos fotolibros. Tocarlos. Identificar por qué te gustan y por qué no y entender cómo un libro, en su diseño, refuerza el concepto que hay detrás. Te ayudará a saber qué quieres y qué no. Yo había visto pocos y creo que eso se notó en el primer paquete de fotografías que envié a Control-P para la selección y en la creación de mi propia maqueta.

  12. Las fotografías que hagas te tienen que gustar a ti el primero. La fotografía es muy subjetiva. Creo que lo que importa de una fotografía es la sensación que puede crear en otra persona y en ti mismo. El resto, los detalles técnicos, son aspectos totalmente secundarios.

Una de las decisiones de diseño fue la de poner la información del libro en la contraportada. Es el único texto de Hidden Reality.


Cierre.

Espero haber arrojado algo de luz sobre el proceso de creación de un fotolibro. Sobre las lecciones aprendidas y aspectos a tener en cuenta. Seguro que hay más detalles pero ahora mismo no puedo identificarlos con claridad. Si me vienen a la mente volveré para escribirlos. En cualquier caso si se quiere crear un proyecto fotográfico, o cualquier otra cosa, has de ensuciarte las manos. Muchos aspectos clave solo se pueden comprender cuando uno está en las trincheras.

Crear un libro, un proyecto fotográfico, es un punto de inflexión. Creo que hay que hacerlo después de un tiempo buscando. La fotografía pienso que es una eterna búsqueda pero hay que saber qué se busca o qué cosas te atraen para avanzar. Pararse para reflexionar. Hay que invertir tiempo analizando el archivo fotográfico propio. También creo que es importante rodearse de profesionales que te puedan ayudar en el proceso. Te ahorrarán tiempo valioso y te descubrirán caminos que por tí solo quizás nunca podrías hallar. 

“Hidden Reality” sigue en venta. Espero acabar el año 2022 sin ninguna copia más pero si no lo hago no me afectará. Es preferible que el libro llegue a las manos adecuadas cuando tenga que llegar. Me gusta pensar que en algún momento podré hacer una segunda edición. No lo sé. Por ahora queda lejos. Es solo un deseo. Pero me gustaría.

Actualmente sigo haciendo fotos que puedan obedecer a los conceptos de misterio y extrañeza que envuelven al libro pero en paralelo tengo algunas líneas claras de trabajo diferente que estoy desarrollando a medio - largo plazo. En este año 2022 quiero aumentar la audiencia de personas a las que llegar y empezar a vender obra propia impresa por mi.

Gracias por tu tiempo leyendo el artículo. Deseo que algo de lo aquí escrito te pueda servir de ayuda o guía.

¡Suerte y perseverancia en tus creaciones! ¡Nunca dejes de seguir buscando!


Características técnicas de Hidden Reality primera edición.

  • Unidades producidas en primera edición: 100.

  • ISBN: 978-84-09-32568-9.

  • Tamaño: 148 x 195 mm (Natural).

  • Cubierta:

    • 4 páginas sin impresión.

    • Sirio Rough Black de 350 gramos.

    • Stamping rojo 019 en portada, lomo y contraportada.

  • Interior:

    • 112 páginas impresas a 4/4 tintas (Cuatricomía).

    • 57 fotografías.

    • Olin Rough Cream de 120 gramos.

  • Guardas:

    • 8 páginas (4+4) sin impresión.

    • Sirio Rough Black de 115 gramos.

  • Encuadernación:

    • Rústica a la suiza (Otabind) con hilo vegetal.

    • Pintado de cantos en negro.

    • Retractilado unitario.

  • Impresión:

    • Offset digital.